HISTORIA DEL CEMENTERIO DE SAN ISIDRO
Los primeros cementerios madrileños datan de principios del siglo XIX, puesto que anteriormente, los enterramientos eran realizados en las iglesias de la ciudad. Ya durante el reinado de Carlos III se intentó que por razones de higiene y salubridad se empezaran a construir cementerios fuera del casco urbano.
No obstante, no fue hasta el reinado de José Bonaparte con su prohibición de enterrar a los difuntos en el interior de las iglesias, cuando se construyeron los dos primeros: el Cementerio General del Norte (llamado vulgarmente de la Puerta de Fuencarral, en 1809) y el del Sur (1810). La Sacramental de San Pedro y San Andrés, fue el segundo que se construyó con la autorización del 9 de Marzo de 1811. Acto seguido, diversas Archicofradías y Sacramentales de la ciudad empezaron a construir paulatinamente sus propios cementerios para enterrar en ellos a sus afiliados.
El primero de estos fue el de la Sacramental de San Isidro, el más antiguo de Madrid y el único fuera del casco urbano, realizado en 1811 sobre el llamado Cerro de Las Ánimas, entorno a la actual Vía Carpetana, fue un proyecto de José Llorente. Está situado en el paseo de La Ermita del Santo, nº 78, se puede visitar de Lunes a Domingo de 9 a 18 horas.
Construido como ampliación del Cementerio de la Sacramental de San Pedro y San Andrés, recibe en la actualidad el nombre completo de Cementerio de la Sacramental de San Isidro, San Pedro y San Andrés. Siendo propiedad de la Archicofradía del Santísimo Sacramento, San Isidro Labrador y Ánimas del Purgatorio.
La Ermita, la Sacramental y los terrenos colindantes fueron confirmados en su posesión a la Sacramental por el Rey Fernando VII el 18 de septiembre de 1814.
Ampliado sucesivamente a lo largo de su historia, en él se encuentran distintos tipos de enterramientos, muestra de la arquitectura de los siglos XIX y XX. Muchas de las estructuras son historicistas, de tal modo que remiten a estilos artísticos del pasado. En esta Sacramental descansan interesantes personajes del mundo político, literario y artístico del siglo XIX como los escritores Leandro Fernández de Moratín y Mesonero Romanos, la cantante Consuelo Bello -más conocida como la "Fornarina"- o los políticos Antonio Maura y José Canalejas, entre muchos otros.
Durante el siglo XIX se convirtió en el cementerio de calidad de Madrid, siendo el preferido por la aristocracia, los políticos, los grandes burgueses y los artistas, lo que nos ha legado, entre sus siete patios, un conjunto de panteones de gran calidad arquitectónica y artística dentro del monumento funerario. Los arquitectos empleaban todos los recursos disponibles, enriqueciendo sus trabajos con elementos escultóricos y la presencia de oficios artísticos de cantería, forja, vidrieras y esmaltes. Este está considerado uno de los cementerios más interesantes de Europa y catalogado como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico.
De los siete patios que conforman el cementerio los tres más antiguos son también los tres más interesantes. Estos son rectangulares, de forma claustral, en la que se encuentran los nichos, que es la parte más sobria.
El más antiguo de los patios es el de San Pedro de 1811, diseñado por Rafael Isidro de Hervías, en él se pueden encontrar las sepulturas de Antonio Fraseri (médico de Fernando VII), de Bernardo Conde (director de la Fábrica de Cerámica del Buen Retiro), Campomanes y la familia Madrazo. Es de señalar también, que desde este patio se tienen unas panorámicas espectaculares de Madrid. En el patio de San Andrés de 1829, obra de José Llorente, descansan entre otros el general Diego de León y el Conde de Toreno. El patio de San Isidro es obra de José Alejandro Álvarez, elaborado en 1842, en él descansan personajes como Leandro Fernández de Moratín, Ramón de Mesonero Romanos, Antonio Maura, José Canalejas, Consuelo Bello (La Fornarina) y Manuel Montes de Oca.
A mediados del siglo XIX se hace necesaria una nueva ampliación, construyéndose el patio de la Concepción, de estructura neoromana de columnatas y torreones, que encierra un formidable conjunto de panteones con todos los estilos del siglo XIX. Los recintos posteriores ya no alcanzan la calidad de los cuatro anteriores.
Fotos: - Cementerio Sacramental de San Isidro.
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