PUERTA DE RECOLETOS
La plaza de Colón se puede considerar como la puerta de entrada hacia los barrios del ensanche que se construyeron durante la segunda mitad del siglo XIX. De hecho, en este mismo lugar estuvo ubicada la Puerta de Recoletos hasta su derribo en 1859, pues hasta aquí llegaban los límites de la ciudad.
Entonces el Paseo de Recoletos era una vía secundaria por la que se accedía a la ciudad y estaba delimitada por un caserío desordenado en el que no faltaban huertas y tierras de labor, tahonas y herrerías, y algún que otro convento, como el de los Agustinos Recoletos de Copacabana, de donde el paseo tomó el nombre.
A mediados del siglo XIX se remodeló el paseo ensanchándolo a costa de las huertas que lo flanqueaban por su lado izquierdo y se creó un barrio en cada uno de sus lados, que han sido considerados como los más elegantes y representativos del Madrid Romántico Isabelino (la zona del Barquillo y las manzanas de casas que comprenden las calles de Recoletos, Villanueva, Jorge Juan y los comienzos de la de Serrano).
En esta transformación influyó la construcción del Palacio del Marqués de Salamanca (1846-1855), seguido de otras residencias de aristócratas y financieros, y en la que el Estado contribuyó con la construcción de la Casa de la Moneda (1856-1861) –hoy Jardines del Descubrimiento- y del Palacio de la Biblioteca y los Museos Nacionales (1866-1892), que hoy es la sede de la Biblioteca Nacional y del Museo Arqueológico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario