Este convento de la orden de religiosos de San Francisco de Paula, fue fundado en 1561 por el Padre provincial de la Orden, Fray Juan de Vitoria, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Victoria.
Aunque fundado por la
propia orden, el origen de este convento va a estar muy ligado a
Felipe II y su mujer, Isabel de Valois, quien era muy devota de estos
religiosos. Así, los monarcas solucionaron las trabas que a la
fundación de este Convento pusieron la propia Villa y los Agustinos
de San Felipe el Real, pudiéndose dar la primera misa el 7 de agosto
de 1561, en presencia del Príncipe Carlos.
Desde el punto de vista
de su arquitectura, debió ser un edificio poco notable, siendo el
único elemento a destacar la capilla de Nuestra Señora de la
Soledad, en cuyo interior se veneraba una imagen de dicha Virgen, que
realizada por Gaspar Becerra fue donada al convento por la reina
Isabel de Valois.
La imagen de la Soledad,
sin ser la titular del convento, gozó de gran devoción entre los
madrileños. Fue regalada al convento por la reina Isabel de Valois,
quien había encargado la imagen a Gaspar Becerra, y ella misma fundó
la hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y de las Angustias el
21 de Mayo de 1567. Sus hijos el príncipe Carlos y el infante
Felipe, futuro rey de España, eran miembros de dicha hermandad, que
celebró su primera procesión el 16 de Abril del año siguiente. La
cofradía se extinguió en 1653. A partir de entonces, la virgen
procesiona con la Cofradía de los Siete Dolores, de Santo Tomás.
Tras la desamortización del convento, la imagen es trasladada a la
Colegiata de San Isidro donde permanecerá hasta 1938 en que resulta
destruida por el incendio que arrasó la iglesia.
Muy dañado durante la
invasión francesa, fue desamortizado en 1836, siendo demolido en su
totalidad. En su lugar se abrió la calle Espoz y Mina, y se
construyeron varios edificios de viviendas, además de un pasaje
comercial llamado de Matheu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario