ELECCIONES
En 1979, tuvieron lugar las primeras elecciones municipales democráticas desde la II República en las que resultó elegido el representante de los partidos de izquierda, Enrique Tierno Galván conocido como El Profesor. Tras su muerte, fue sustituido por Juan Barranco, del PSOE, con apoyos del PCE, virando después la ciudad a posiciones más conservadoras con Agustín Rodríguez Sahagún, del CDS, y José María Álvarez del Manzano.
A principios de 1981 dimite Adolfo Suárez debido al distanciamiento con el Rey y a las presiones internas de su partido. Durante la celebración de la votación en el Congreso de los Diputados para elegir como sucesor a Leopoldo Calvo Sotelo se produce el golpe de Estado dirigido por Antonio Tejero, Alfonso Armada y Jaime Milans del Bosch, entre otros. El golpe, conocido como 23-F, fracasará.
Las tensiones internas de la UCD provocarían su desintegración a lo largo de 1981 y 1982. El segmento democristiano terminaría integrándose con Alianza Popular, pasando así a ocupar la franja de centro-derecha. Por otro lado, los miembros más cercanos a la socialdemocracia se unirían a las filas del PSOE.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sucedió a la UCD tras obtener mayoría absoluta en las elecciones generales del 82, ocupando 202 de los 350 escaños, y comenzando así la II Legislatura de España. Por primera vez desde las elecciones generales de 1936, un partido considerado de izquierdas o progresista iba a formar gobierno.
Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, fue nombrado alcalde de la ciudad tras su periodo al frente del gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid. La elección democrática de alcaldes trae definitivamente grandes beneficios a la ciudad, al verse obligados los alcaldes a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ante los que responden (los alcaldes franquistas eran elegidos directamente por Franco): construcción de bibliotecas, instalaciones deportivas, centros de salud; eliminación de los núcleos chabolistas; limpieza del río Manzanares; mejora del viario; cierre de la M-30 por el norte, enterramiento de la misma en la zona del Manzanares; construcción de nuevas vías de circunvalación (M-40, M-45, M-50), a la vez que se aumenta la capacidad de las carreteras de acceso (convertidas en autovías o duplicadas con autopista de peaje); regulación de aparcamiento (ORA) en el interior de la ciudad, que llega al límite de la M-30, con protestas vecinales, todo ello con el objeto de absorber y regular el tráfico creciente.
(Documentación extraída de: http://es.wikipedia.org/wiki/Portada, Gran Enciclopedia Universal, Enciclopedia de Grado Medio de los años 40 y Breve Historia de Madrid. Si se vulnera alguna normativa existente en las Leyes Españolas actuales, diriganse al autor del blog vía email para retirar los contenidos que violen dicha Ley.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario