martes, 2 de octubre de 2012

El Tren de la Fresa

El Tren de la Fresa es el nombre que recibió el segundo ferrocarril de la Península Ibérica (inaugurado por Isabel II el 9 de febrero de 1851), que unía Madrid con el Real Sitio de Aranjuez, tras el de Barcelona - Mataró (1848), tuvo 49 km. Se trata, sin embargo, de la tercera línea ferroviaria en España, pues el 10 de noviembre de 1837 se había inaugurado el ferrocarril entre Güines y La Habana, en Cuba (por aquel entonces todavía española).

El Marqués de Pontejos presentó un proyecto de camino de hierro que, bajo el patrocinio del Marqués de Salamanca, fue finalmente inaugurado por la reina Isabel II. La propia monarca cedió gustosamente terrenos de su propiedad, al oeste del Palacio Real, para la entrada del ferrocarril en Aranjuez. Según cuenta la leyenda, este tren llegaba hasta la misma puerta de la residencia real y, según dicen, sus últimos metros eran de plata. Para llevar a cabo la línea, se tuvieron que salvar diversos accidentes geográficos, con la construcción de sendos puentes sobre los ríos Jarama y Tajo. La importancia estratégica de la línea era elevada, pues suponía el primer paso del ferrocarril desde Madrid a Andalucía y Levante.

Se construyó una estación término, hoy desaparecida, frente a la fachada occidental del Palacio Real de Aranjuez, a la que se añadiría años después otra estación al sudoeste del casco antiguo de la ciudad, en la que paraban los trenes destino a Cuenca, tras la prolongación de la línea a esta ciudad en 1883. Ambas fueron sustituidas por otra estación, construida en 1923, y que actualmente sigue en uso. Hasta la creación de Renfe en 1941, dicha estación pertenecía a la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA), como muestran los mosaicos decorativos existentes en su vestíbulo.

Creado en una época en la que los trenes eran remolcados por locomotoras de vapor con vagones que eran de madera y, además de transportar viajeros, permitían llevar a Madrid rápidamente los productos de la huerta ribereña (fresas y espárragos), de los que tomaría el nombre de Tren de la Fresa.

Actualmente, el Tren de la Fresa entre Madrid y Aranjuez ofrece la posibilidad de revivir aquel recorrido durante los meses de primavera y otoño con servicio todos los Sábados y Domingos y festivos desde el 8 de abril al 9 de julio. Antiguamente partía de la Estación de Delicias, hoy en día lo hace desde la Estación de Atocha. Durante una hora se recrea el viaje en Tren compuesto por una antigua locomotora de vapor Mikado (aunque ésta es de mediados del siglo XX, de vapor pero de combustible líquido y no de carbón), un furgón de correos de los años 50 y cuatro vagones, fabricados completamente de madera, que datan de entre 1914 y 1930, con azafatas, a la ida y a la vuelta, vestidas de época que reparten suculentos fresones a los viajeros, productos típicos de la huerta de Aranjuez. El precio del billete incluye el viaje en tren hasta Aranjuez, visita a la ciudad, al Palacio Real y al Museo de Falúas, con todos los desplazamientos incluidos.

El tren cumple 22 años de trayecto turístico Madrid-Aranjuez, aunando cultura, paisaje, ocio, fresones y sorpresas.