domingo, 25 de enero de 2009

Exposición Formula 1: Fernando Alonso


EXPOSICIÓN FORMULA 1: FERNANDO ALONSO



Otro fin de semana más como no puedo parar quieta en casa me entero a través de la televisión que hay puesta una exposición dedicada a Fernando Alonso en la Plaza de Dalí (también conocida como Plaza de Felipe II) cerca del Palacio de Deportes de la Comunidad.

Ni corta ni perezosa, no me lo pienso dos veces y me propongo ir a verla, mi padre, como ya es costumbre en él
cada vez que me ve coger el bolso donde suelo llevar las cámaras de fotos, me pregunta que adonde voy a ir esta vez, le comento de lo que me he enterado y decide acompañarme.

Por esta ocasión vuelvo a coger el transporte público y me dirijo en autobús hasta las inmediaciones. De camino paso por la Fábrica de Moneda y Timbre y el Palacio de Deportes. Al llegar a la Plaza de Dalí veo la enorme escultura que el artista regaló a Madrid y por detrás de ella dos enormes carpas de la Mutua Madrileña rodeadas de vallas donde se va acumulando la gente para acceder al recinto provisional allí creado.

Mientras esperamos fuera podemos observar la plaza con los centros comerciales que hay en sus aledaños y los carteles que anuncian la exposición. Llegado nuestro turno accedemos al interior y una guapa azafata uniformada con el traje publicitario del equipo al que pertenecía por entonces Fernando Alonso (Mclaren) nos explica de forma resumida lo que vamos a poder ver a continuación y nos da unas papeletas para un concurso que debemos rellenar a la salida y entregar a las señoritas que allí se encuentran.

El recorrido va desde los primeros años en los que Alonso empezó en el mundo de los formula en su niñez hasta la época actual. Pudimos observar la evolución de los coches que fue utilizando hasta llegar al monoplaza actual. En la exposición estaba expuesto el Formula 1 con el que fue bicampeón del Mundo y la Copa Mundial en donde están grabados los nombres de todos aquellos que han alcanzado tal honor. También estaba la distinta indumentaria que ha ido usando (cascos, monos, volantes, guantes…) y premios que ha ido ganando en las diferentes temporadas, así como piezas mecánicas de los coches.

Para finalizar la exposición nos muestran el Mclaren que estaba utilizando en aquella temporada y el podium de pilotos. Entregamos los cupones para el sorteo en los mostradores de venta de artículos de Fernando Alonso. He de decir que no me tocó ni el portátil ni las entradas para el siguiente premio en directo desde la línea de boxes que sorteaban. Una lastima ¡otra vez será!.

Fotos: - Exposición Formula 1: Fernando Alonso.








Avenida y Plaza de Felipe II


AVENIDA Y PLAZA DE FELIPE II


Cuando se abrió la Calle se llamó Plaza de Toros, porque conducía al antiguo coso, situado donde está hoy el Palacio de Deportes, construido en 1874 y derribado en 1934.

Recibe el nombre de Felipe II,primer Rey de la Casade Austria, al que se le recuerda, entre otras cosas, por el traslado de la capitalidad a Madrid y la construcción del Monasterio del Escorial, lugar dondetiene un sitio conocido también como la Silla de Felipe II.

En el centro de esta Plaza esta situada la estatua que Dalí regaló a la Comunidad y que representa a su Esposa.






Tregua


TREGUA



Después de la escena que habían ofrecido ambos tanto Alicia como Raúl estaban consternados. Alicia se encerró en la habitación llorando, tiró la ropa que había adquirido con Maximo en la silla del escritorio y se abalanzó sobre la cama. Las lágrimas brotaban por su rostro sin consuelo.

- ¿Pero que estará pensando sobre mi?, yo no he hecho nada malo, ¿Por qué me recrimina así? ¿Qué le pasa? Parece como si estuviera celoso, por lo que puedo deducir le ha molestado que me fuera con Maximo y no me quedara con ellos el resto de la sobremesa. ¿Qué hago ahora?- se repetía Alicia.

Raúl se había ido furioso a la suya, Toni intentó en varias ocasiones entrar a hablar con él pero desde dentro le grito que le dejara que no quería ver a nadie, incluso se cerró por dentro cosa que nunca hacia al no ser que estuviera acompañado y quisiera algo de mayor intimidad. Toni empezó a elucubrar si aquella noche que había estado en casa de su hermana había provocado que ocurriera algo entre aquella pareja de dos y por eso ahora estaban así, era la única explicación que tenía todo aquel atolladero.

Al día siguiente la casa estaba muy tranquila, no se oía nada, Toni estaba extrañado normalmente desde su cuarto escuchaba la música que Raúl solía poner todas las mañanas al despertarse mientras hacia algo de gimnasia y ahora no sonaba nada. Salió del dormitorio y vio la puerta del de Raúl totalmente abierta, no había nadie dentro, fue hasta el de Alicia y llamó para ver si había alguien dentro. Esta le respondió que enseguida saldría y desayunarían juntos. Ella estaba colocando la ropa dentro del armario de la cual cayó una tarjeta con el teléfono de Maximo de uno de los bolsillos que recogió y escondió en uno de los cajones de la mesilla. Al entrar en la cocina Toni se encontró una nota escrita a mano colocada sobre la puerta de la nevera, era de Raúl, le había llamado Javier diciendo que lamentablemente debían suspender sus días de vacaciones temporales que habían surgido problemas en la empresa y tenía que disponer de los dos, Raúl se iría adelantando y disculparía a Toni ante este diciendo que no le había podido localizar pero que en cuanto leyera su mensaje se presentara en la oficina. Toni explicó a Alicia lo sucedido y se disculpó por tenerla que dejar sola y no cumplir lo que le habían prometido, ella entendiendo la situación le dijo que no importaba que así podría descansar de estos días tan ajetreados y decorar la habitación a su gusto.

La semana fue pasando y la muchacha no coincidió con ningún de sus compañeros el resto de los días, no sabía si habrían estado por allí estos días pues según dejaba las cosas así se las encontraba al día siguiente. Mientras tanto ella había estado ocupada comprando algunas plantas y figuras que adornaran la estancia en la que iba a pasar la mayor parte del tiempo, así como haciendo la colada de cortinas, sabanas y edredón de la cama, ahora estaba todo más acogedor, con un buen toque femenino y de color, parecía otra cosa, reflejaba vida y alegría. De repente sonó el teléfono.

- Alicia, soy Toni, ¿Qué tal estos días?, te hemos dejado un poquito descuidada.

- Hola, no te preocupes, me teníais preocupada no he vuelto a saber de vosotros desde el miércoles y estamos hoy a sábado ya, os he dejado varios recados en la empresa y no me habéis contestado a ninguno, ya pensaba que os habíais olvidado de mí. Todo bien por aquí, no he parado, ya me conozco algo de los alrededores de la casa, al menos en lo que se refiere a tiendas.

- Por eso te llamo, estamos bien los dos, esta tarde pasaré a buscarte sobre las 6 así que ponte guapa aunque mucho no te hace falta porque tu ya lo eres, nos vamos de cumpleaños, hoy conocerás al resto de la pandilla, es el cumple de Pablo. Luego te veo. Besos.

- De acuerdo, hasta luego.

A las 6 en punto estaba ya Toni llamando al telefonillo, cuando Alicia bajó esperaba encontrarse allí también a Raúl, estaba un poco nerviosa por la actitud que tendría este al volver a verla pero no fue así, no estaba. De camino, en el coche, Toni la contó que primero irían a un karting que habían colocado en la Plaza de Dalí con motivo de la exposición de Formula 1 de Fernando Alonso que estaban realizando en la misma plaza, después irían todos a cenar y por último a tomar alguna copa por los pubs madrileños, al fin Alicia conocería la marcha madrileña. Al llegar al Karting ya estaban todos esperándoles incluido Raúl, recibieron a la muchacha con los brazos abiertos, todos excepto Raúl que ni siquiera le dirigió una mirada, parecía un miembro más. Toni y Pablo no se apartaban de su lado en ningún momento, ambos chicos se pelearon para montar con ella en uno de los coches, explicarla los detalles de la exposición y agradarla durante la cena. Alicia nunca se había reído tanto, todos bromeaban de la atención que ambos chicos la estaban brindando incluso las chicas la picaban haciendo que estaban celosas de tal actitud. Raúl por su parte era todo lo contrario no se acercaba a ella en ningún momento aunque la observaba desde lejos, parecía que todo el rencor de aquella noche aún seguía vivo y difícilmente desaparecería.

Alicia estaba disfrutando como una niña pequeña. Decidieron ir a la zona de Huertas a terminar de celebrar el festejo, era una zona llena de sitios de marcha según le habían contado donde sin necesidad de coger los coches podrían intercambiar de sitio fácilmente. Al llegar a uno de los pubs la gente comenzó a dispersarse, haciéndose pequeños grupos. Toni fue a por unas copas para él y para ella.

- Pensaba que nunca te iban a dejar sola – le dijo una voz por detrás.

- Tampoco es tan difícil acercarse a mi- respondió Alicia al reconocer la voz de Raúl.

Toni al volver al lugar donde había dejado a Alicia y darse cuenta que por fin, su amigo tan testarudo, se había aproximado a ella para aclarar las cosas como le había estado aconsejando durante toda la semana, fue en busca del resto del grupo y les dejó hablar a solas.

- Me he comportado como un crío contigo, no debí hablarte así el otro día, no tengo ningún derecho y menos a actuar así durante el día de hoy, entiendo que estés enfadada conmigo, eres libre y puedes proceder según creas, yo no soy nadie para juzgarte, me he comportado como un egoísta- intentaba justificarse Raúl.

- La verdad es que no entiendo porque estas así conmigo, únicamente traté de ser amable con tus clientes y lo que viste del beso con Maximo….

- No sigas, no hace falta que me des explicaciones – la cortó Raúl - Maximo es un hombre soltero, tiene fama de mujeriego aunque es muy selectivo y no elige a cualquier mujer para que le acompañe, en la empresa ya ha habido varias que han intentado cazarle y hasta ahora nadie lo ha conseguido, quizás haya puesto sus ojos en ti. Tendrás ocasión de comprobarlo pues suele venir muy a menudo a la empresa, es uno de nuestros mejores clientes.

- Pero es que puede que yo no fije los míos en él, puede que a mí él no me interese- respondió Alicia mirando fijamente a los ojos de Raúl.

- ¿Y quién te interesa a ti?- intentó averiguar Raúl.

Volvió a crearse el mismo silencio que aquella vez que estaban en casa, la situación se repetía aunque esta vez el sitio era diferente y estaban rodeados de gente. Raúl se acercó despacio a Alicia, la cogió de las manos y…

- Hola chicos, ¿Qué hacéis aquí tan solitos? La fiesta está por allí, os estáis perdiendo lo mejor, ¡mirad a Toni donde está!, no me puedo creer que esté haciendo esto con lo tímido que es- era Pablo intentando llamar su atención.

Toni estaba subido en el escenario del pub con micrófono en mano, el karaoke funcionando y la voz del muchacho entonando la letra que iba pasando por la pantalla. De repente, mientras todos estaban riendo y viendo a Toni con su magnifica actuación, Alicia creyó ver algo, se quedó mirando fijamente la sombra de una persona al fondo de la sala que al igual que ellos estaba disfrutando de la canción. Sintió un escalofrío recorriendo todo su cuerpo como si algo la avisara de un mal presagio.

- No puede ser, es imposible, será alguien que se parece a Sergio, pero la similitud es asombrosa. Estas obsesionada, estará a miles de kilómetros de aquí y no puede saber donde estoy- murmuró Alicia.

- ¿Decías algo?-pregunto Raúl entre el ruido de la multitud- ¿Tienes frío? Estas pálida como un panal de cera. ¿Salimos fuera?.

- Si, por favor, hace mucho calor aquí y creo que me estoy mareando.

- Pablo, ahora volvemos, Alicia no se encuentra bien. Vamos a tomar el aire un rato.

- No os preocupéis, pero no os vayáis muy lejos y a ver que me hacéis por ahí solitos los dos- dijo a carcajadas Pablo.

Volvió a mirar al rincón de la sala, aquella persona ya no estaba. ¿Quién sería?. ¿Dónde habría ido?. ¿Sería Sergio?.



Autor: Raquel Sánchez.

Relatos Jamás Contados








domingo, 4 de enero de 2009

Instalaciones del Palace


INSTALACIONES DEL PALACE

El Hotel Palace cuenta con 468 habitaciones, de las cuales 45 son suites. Actualmente forma parte del grupo hotelero Starwood Hotels & Resorts Worldwide. Las habitaciones y espaciosas suites fueron actualizadas con todas las conveniencias modernas y con la Cama Westin Heavenly Bed y el Baño Heavenly Bath. Las habitaciones fueron decoradas exquisitamente con muebles antiguos y detalles originales de caoba y yeso.

El magnífico edificio, que se destaca por su enorme cúpula abovedada del techo, ha sido el centro de la sociedad española durante mucho tiempo. Entre las muchas amenidades hay salas de reuniones, restaurantes y un gimnasio recientemente renovado con vistas a la ciudad.

Fotos: - Hotel Palace.






Hotel Palace


HOTEL PALACE

The Westin Palace, popularmente conocido como Hotel Palace es una instalación hotelera de Madrid situada en la Plaza de Canovas del Castillo.

En el año 1910, y fruto de las ansías del rey Alfonso XIII para que Madrid contara con un hotel del nivel de la ciudad, se inauguró el Hotel Ritz. George Marquet dueño de los hoteles Palace, intentó establecerse en la ciudad comprando el Ritz. Al negarse los propietarios decidió la construcción del suyo propio.

La obra se llevó a cabo en el solar que antaño estuvo situado el Palacio del Duque de Lerma. Eduardo Ferrés i Puig fue el arquitecto encargado de la ejecución del proyecto, el cual recorrió Europa para conocer los mejores hoteles del continente. De esta manera en 1910 dieron comienzo las obras, culminando el 12 de octubre de 1912, fecha en la que se inauguró. Entre sus características más innovadoras se encontraba su estructura totalmente en hormigón armado, que permitió la realización de la obra en tan solo siete meses.

En 1925 se llevó a cabo la primera reforma de importancia dirigida por Martín Domínguez. Esta reforma trajo como consecuencia la construcción de un bar, la compra de múltiples mesas de billar así como la adaptación de la planta baja como concesionario de Citroen.

La llegada de la Guerra Civil hizo que el inmueble se convirtiera en hospital y la cúpula que iluminaba el salón de baile sirvió para hacer operaciones en esta época de finales de los años 30, después de que las bombas acabaran con la luz eléctrica. También sirvió aquellos días como embajada de la Unión Soviética. Durante el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, sirvió de refugio para los medios de comunicación, los subsecretarios del Gobierno y la cúpula militar al estar próximo al Congreso de los Diputados, tomado por los golpistas.

La última gran reforma se llevó a cabo en el año 1997, experimentó una reciente restauración que le devolvió su esplendor original. Está ubicado cerca de El Prado, de notables museos y monumentos históricos, y fue mencionado en la lista de los Mejores Hoteles de 2006 de la revista Conde Nast Traveler.

Fotos: - Hotel Palace.






El Paso del Tiempo

EL PASO DEL TIEMPO

Era su último día. Tres décadas de su vida invertidas en el que Ramiro siempre reconocería como el mejor hotel de Madrid, y probablemente del de España. La verdad, no le importaba que esa afirmación fuera mentira, era lo que él sentía en su interior desde la primera vez que puso su pie en el hotel, aun en época de Franco.

Encargarse del mantenimiento del hotel siempre fue su gran pasión, aunque tenía que reconocer que en los últimos años se había quedado muy caduco con las nuevas tecnologías, por eso se jubilaba con solo sesenta años. Total, lo que le quedaba de existencia tenía pensado pasarla en el bungalow que había comprado en La Mata. Él quería un retiro lo más tranquilo posible, y Sofía tenía ganas de alejarse del a la vez infernal y divino bullicio de Madrid. Por tanto, no sería este su último día como trabajador en el Palace, sino también la última vez que lo vería con vida.

Ramiro iba paseando perdido en sus pensamientos por los sinuosos pasillos del hotel, admirando cada minucioso detalle que le confería una gran personalidad. Cada cosa en su sitio, todo en un estilo clásico bastante más decente que esos hoteles modernos que parece que fueras a entrar en una nave espacial. ¿Cómo puede dormir la gente a gusto en sitios así? No le extrañaba que se produjesen tantos casos de insomnio en los hoteles.

Estaba a punto de entrar en la cúpula cuando recibió la más cordial e hipócrita despedida de parte de uno de los nuevos directivos del hotel, uno de esos ejecutivos que piensan que ellos marcarán la diferencia y que serán considerados como un elemento imprescindible de ese o cualquier otro hotel, cuando los únicos que son realmente imprescindibles son los clientes. Le molestaba que a las nuevas generaciones les importara cada vez más mancharse las manos, y cada vez menos el ofrecer un servicio inmejorable al cliente. Era una verdadera pena.

La cúpula, el punto central del hotel. Una preciosa sala de estar con un banco central flanqueado por mesas de café de manufactura impecable con cuatro sillas o sillones escoltando a cada una de ellas, todo ello bajo la impactante bóveda de cristal, uno de los diseños más impactantes que Ramiro había llegado a ver. En esa sala, sentado en los sofás centrales, bajo la imponente lámpara, uno podía creerse en los años 20 o 30, de no ser por la cantidad de móviles y portátiles que acababan indolentemente con cualquier tipo de fantasía al respecto.

No quería irse de allí, llevaba demasiado tiempo contemplando extasiado esa cúpula como para sentirse a salvo bajo cualquier otro techo. Sabía que el tiempo en Alicante iba a ser mucho más benigno y sobre todo menos seco, pero aquí dentro no había problemas de frío o calor, y se podía disfrutar cada día de una temperatura más que agradable. Tanto él como sus compañeros se encargaban de que siguiera siendo así.

Pensó en irse a los teléfonos públicos (ya no tenía edad ni ganas suficientes como para comprarse un móvil) y llamar a Sofía, convencerla para que se quedaran en Madrid y él pudiera volver cada día a situarse bajo esa cúpula, y simular que se codeaba con las importantes personalidades que se juntaban allí diariamente. Seguro que ella comprendería que, pese a quererla más que a nada en el mundo, esto también simbolizaba un vértice de su vida.

Llegó hasta el teléfono y comenzó a marcar el número de su casa mientras a su lado pasaban dos de los chicos nuevos de mantenimiento. Buena gente, extranjeros pero muy majetes, charlando entre ellos animadamente mientras no le dirigían ni una mirada. ¿Por qué iban a mirarle si ni sabían quien era? Y de repente se sintió increíblemente viejo y fuera de lugar.

Pese a todos los esfuerzos que pudieran hacer, ni el Palace era un hogar ni podría pararse el tiempo entre sus muros. Todos hemos de pasar página alguna vez, por tarde que nos parezca.

Ignorando la voz de Sofía preguntando quien era, colgó el auricular y echo a andar hacia la puerta a buen ritmo, sin mirar atrás. Terminaría prendado de la belleza del lugar y se terminaría convirtiendo en estatua de sal si así lo hiciera.

Autor: Marcelino Andrade.

Relatos Jamás Contados