domingo, 16 de noviembre de 2008

Hotel Ritz

HOTEL RITZ



Inspirado por el deseo del rey Alfonso XIII de construir un hotel de lujo que estuviera a la altura del Ritz de París, el Hotel Ritz de Madrid, inaugurado en 1910, comparte con sus homónimos de París y Londres la reputación de ser uno de los hoteles más majestuosos de Europa. El hotel se diseñó y construyó bajo la supervisión personal del legendario hotelero Cesar Ritz, de quien adoptó el nombre.


El Ritz ha desempeñado un papel esencial en la vida de Madrid durante el último siglo. Aún hoy, el hotel persiste como un punto de atracción clave para muchos visitantes de esta capital europea.


A principios del siglo pasado, el rey Alfonso XIII volvía de sus viajes por Europa con el recuerdo de los palacios que había visitado impreso en la memoria. Madrid era una ciudad de intensa vitalidad, con edificios soberbios y hermosos jardines. Sin embargo, de un modo u otro le faltaba algo. El Rey fue el primero en ser consciente de cuánto ganaría la ciudad si contara con un gran hotel de lujo de la misma categoría del Ritz de París o Londres.


Se puso manos a la obra y no perdió tiempo en poner estas ideas en práctica. Madrid debía ofrecer a sus visitantes algo realmente extraordinario: un hotel que pudiera satisfacer el gusto más refinado de un nuevo tipo de viajero, que sólo por aquel entonces empezaba a conocerse como "turista". Su propia boda fue la excusa para dotar a Madrid con un hotel de lujo, el primero de la capital. El mismo Rey aporta parte del capital, junto a otros personajes de la sociedad madrileña.


El sueño del monarca comenzó a hacerse realidad. La edificación del Ritz -grandioso, luminoso y confortable- había comenzado con el respaldo de la Compañía de Desarrollo Ritz. Charles Mewes, de París, y Luís de Landecho, de Madrid, fueron los arquitectos responsables. En poco tiempo, las paredes del futuro hotel sobrepasaban ya las magnolias, los cedros y las acacias del Prado.


Se inaugura con una gran fiesta el 2 de octubre de 1910, y rápidamente se convierte en uno de los referentes de la vida social y cultural de la capital.


Lo último en comodidad y lujo en aquella época era contar con cuatro o cinco cuartos de baño en cada planta del hotel. Con instalaciones como éstas, el Ritz se convirtió de inmediato en uno de los hoteles más lujosos del mundo. Había un teléfono por piso junto al ascensor, el cual también estaba considerado como un ejemplo sublime del lujo moderno.


Actualmente, el Hotel Ritz mantiene estas tradiciones, aunque los baños y teléfonos son estándar en todas las habitaciones, las cuales cuentan además con conexiones Wireless de alta velocidad a Internet.


Sin lugar a duda, el deseo del rey Alfonso XIII de crear un hotel majestuoso se vió cumplido.


Fotos: - Hotel Ritz.

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