lunes, 4 de febrero de 2008

Año 1937

AÑO 1937

En torno a Madrid se producen diferentes ofensivas y batallas, tratando un bando de aislar Madrid y el otro de aliviar la presión sobre la capital. Son la batalla del Jarama, del 6 al 24 de febrero, la batalla de Guadalajara, con victoria republicana en parte gracias a los planes de ofensiva contra las tropas italianas de José Miaja, del 8 al 18 de marzo; y la batalla de Brunete del 6 al 26 de julio, con victoria de los nacionales. Las dos primeras son iniciativas de los sublevados y la tercera de los republicanos. Ninguna consigue su objetivo.

Pese a que Largo Caballero mejoró la coordinación del Ejército republicano, fue incapaz de contener las disputas entre las formaciones políticas de la coalición gubernamental (que incluía pensamientos tan distantes como el socialismo, el comunismo, el republicanismo burgués, el nacionalismo regional y, unos meses después, el anarquismo) y, por tanto, fue sustituido por Juan Negrín, sobre el que pronto cayó la acusación de estar dominado por los comunistas.

En el frente de Aragón, la República inicia a finales de agosto una ofensiva en Belchite, para intentar aliviar la presión en el frente del norte. Casi al mismo tiempo, los nacionales rompen en el norte el llamado Cinturón de Hierro y ocupan Bilbao, Santander y finalmente, el 20 de octubre, Gijón, poniendo fin al frente norte. Los prisioneros del Frente Norte fueron recluidos en el campo de Miranda de Ebro.


En el sur, toman Málaga el 8 de febrero, estabilizándose el frente en la provincia de Almería. Al finalizar el año, la República toma la iniciativa y comienza la batalla de Teruel siguiendo los planes del general Vicente Rojo.

La resistencia de las milicias, militarizadas en forma de Ejército Popular en 1937, dirigidas por la Junta de Defensa de Madrid, consigue frenar la ofensiva durante la batalla de Madrid en los barrios del oeste de la ciudad, (especialmente en el entorno del barrio de Argüelles y la Ciudad Universitaria), donde se estabilizó el frente, que quedaron gravemente dañadas. La ciudad no volvería a sufrir otro asalto por tierra durante la guerra, pero fue castigada por el fuego artillero y los bombardeos aéreos, primeros en la Historia sobre una capital, antes de que muchas otras europeas los sufrieran durante la Segunda Guerra Mundial.

La resistencia de Madrid es convertida por la propaganda en referente de la causa republicana con el lema "¡No pasarán!", pero la situación obliga a Instituciones y el Gobierno así como una parte de la población civil a ser evacuados hacia las regiones del interior y del levante. El final de la guerra fue especialmente caótico en Madrid, con el enfrentamiento violento entre facciones dentro del bando republicano. Se llegó a especular si tras la ocupación de Madrid por el ejército de Franco se pondría fin a su capitalidad, como castigo, en beneficio de Burgos, que había sido la capital del llamado Estado Nacional durante la guerra, pero se descartó esa posibilidad, optándose por la reconstrucción de las ruinas y los desperfectos que siguieron siendo visibles durante la larga posguerra.


(Documentación extraída de: http://es.wikipedia.org/wiki/Portada, Gran Enciclopedia Universal, Enciclopedia de Grado Medio de los años 40 y Breve Historia de Madrid. Si se vulnera alguna normativa existente en las Leyes Españolas actuales, diriganse al autor del blog vía email para retirar los contenidos que violen dicha Ley.)

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