lunes, 22 de diciembre de 2008

Historia de la Fuente de Cibeles



HISTORIA DE LA FUENTE DE CIBELES



Fue trazada durante el reinado de Carlos III. Parece ser que en principio iba destinada a los Jardines de La Granja de San Ildefonso en Segovia, pero cuando se empezó a remodelar el ancho Paseo del Prado, la fuente se colocó frente al palacio de Buenavista, muy cerca de él, a la entrada del Paseo de Recoletos y mirando hacia la otra gran Fuente, la de Neptuno, como parte de las obras de ordenación del Paseo del Prado.

Este proyecto, iniciado por José de Hermosilla bajo la supervisión del Conde de Aranda, se basaba en crear un espacio circoagonal limitado en los extremos por dos fuentes dedicadas a los dioses mitológicos Cibeles y Neptuno. En el centro, se situaría además una fuente dedicada a Apolo. A la muerte de Hermosilla en 1775, Ventura Rodríguez se hizo cargo de las obras, y él mismo se encargó del diseño de las fuentes, incluida la Cibeles, cuyo proyecto y presupuesto fue presentado en marzo de 1776. Aprobado el proyecto de Ventura Rodríguez, las obras de la Fuente de la Cibeles comenzaron en 1780, encargándose de su realización los escultores Francisco Gutiérrez y Roberto Michel, así como el adornista Miguel Ximénez.

Entre ella y el Palacio había unos edificios pequeños donde estaba ubicada la Inspección de Milicias y más tarde la Presidencia del Consejo de Ministros, hasta que en 1780, se incendió todo el grupo.

Instalada la fuente en 1782, no funcionó hasta el año 1792.

En 1895 se trasladó el monumento al centro de la plaza, colocando a la diosa mirando al primer tramo de la calle de Alcalá. Este traslado levantó mucho revuelo y críticas que se vieron reflejadas en la prensa de la época donde se dieron todos los detalles de la polémica entre el Ayuntamiento y la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Hasta el año 1981 no hubo ninguna restauración.

Fotos: - Fuente de Cibeles.








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