domingo, 11 de noviembre de 2007

Fundación Musulmana de Madrid

FUNDACIÓN MUSULMANA DE MADRID

El centro peninsular fue una de las regiones más despobladas de Al-Ándalus hasta el siglo XI, cuando empezó a despuntar como un enclave militar de gran importancia estratégica.

La despoblación continúa afectando a la vieja Carpetania (actual Castilla y León) a lo largo de los siglos VI y VII desapareciendo en su mayor parte los núcleos habitados durante el dominio visigodo. Ni siquiera Complutum conservó la naturaleza de ciudad. Varias son las causas que contribuyeron a este proceso: la desertización de la comarca debido a desastres climáticos cuyas consecuencias trajeron el hambre y las pestes que afectaron a la población. Por otra parte, los constantes enfrentamientos entre árabes y bereberes en la primera mitad del siglo VIII, crean inseguridades entre los habitantes mozárabes de la comarca que buscarán protección en los, más seguros, territorios cristianos del Norte. Por todos estos motivos, la región central, en torno al Duero se convierte en una zona desértica con un auténtico vacío demográfico, una tierra de nadie que empieza a tener interés a medida que avanzan los ejércitos cristianos.

Toledo se ha convertido en la ciudad más importante que los musulmanes tienen en La Meseta y en la capital de la Marca Media, una de las tres líneas defensivas - ofensivas del Califato cordobés (las otras dos era la marca Inferior cuya capital era Mérida y la marca Superior con centro en Zaragoza).

En la segunda mitad del siglo IX se produce un importante avance del reino de Asturias, cuyo ejército toma la ciudad de León en el año 876, bajo el reinado de Alfonso III, consiguiendo dominar buena parte del valle del Duero. Conscientes los musulmanes del riesgo que suponía este avance de los cristianos, decidieron establecer un sistema defensivo de fortalezas, torres vigías, castillos y atalayas, convenientemente distribuidos, dispuestos en lugares estratégicos, a lo largo y ancho del territorio actual de la comunidad autónoma, al sur de las sierras centrales entre el Duero y el Tajo, para la defensa de Toledo y de los territorios meridionales con el que intentaron detener el avance de los reinos cristianos. Este cinturón serviría también, para conocer el peligro de antemano, permitiendo así una rápida organización de ataque. Durante el día, mediante humaredas y por la noche, con hogueras y fogatas, se comunicaban entre sí las distintas guarniciones.


(Documentación extraída de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Portada, Gran Enciclopedia Universal y Breve Historia de Madrid. Si se vulnera alguna normativa existente en las Leyes Españolas actuales, diriganse al autor del blog vía email para retirar los contenidos que violen dicha Ley.)

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