LAS TERRAZAS DEL MANZANARES
El Sol, la playa, el chiringuito, el vaso frío de sangría y mi tumbona por supuesto, eso que no falte, y si ya tengo una buena compañía que haga agradable todo ese cuadro, una velada perfecta de verano en las Terrazas….. Hey pero baja de las nubes que no, que esas terrazas no son las que tocan ahora, si es que claro te pones a soñar y vuelas a las Terrazas de la Castellana en Verano, incluso las de la zona de la Avenida de Brasil, Huertas…., que noches esas de este verano en compañía de…. Jajaja, si hombre!!!, alguno seguro que ya pensaría que iba a revelar con quien voy en verano a esos sitios, pues no, os quedareis con las ganas de saberlo que no toca hablar de mi, si no de las terrazas del Manzanares.
Las terrazas del Manzanares comprende estratos en los que se hallan útiles y armas de todos los períodos y fases culturales del Paleolítico inferior. La abundancia de pedernales en la zona facilitó a la población contemporánea materiales apropiados para la fabricación de aquellos utensilios y armas, así como la gran cantidad de caza, los frutos y raíces aseguraron su subsistencia. Son testimonios los numerosos restos paleontológicos encontrados, entre ellos los de grandes mamíferos.
Conocidos estos yacimientos por los científicos de hace ya un siglo, han dado lugar a diversos estudios que permitirán ir aclarando muchas cuestiones relativas al Paleolítico inferior europeo, tales como las del influjo de diferentes culturas africanas. De dicho período nos han proporcionado, entre infinidad de útiles de todas las clases y de variada tipología, hermosísimos ejemplares de hachas, merecen destacarse también múltiples hallazgos de diversos niveles, con la mayor variedad de formas. Han aparecido, igualmente, algunos restos arqueológicos del Paleolítico Superior y otros del Neolítico final y del Eneolítico, así como de la Edad de los Metales, de ésta incluso poblados. De este modo queda probada la sucesión en el mismo ámbito de diversas culturas indígenas.
Fue en 1862 cuando el geólogo madrileño Casiano del Prado y Valle (1797 - 1866) y su equipo rastrearon las huellas de los primitivos madrileños, en el Cerro de San Isidro, a la altura de la ermita del Santo, un yacimiento en el que se encontraron abundante material de piedra de sílex tallado y restos óseos fosilizados correspondientes al Paleolítico Inferior. A partir de este descubrimiento se intensifican los estudios prehistóricos no solo en las terrazas del Manzanares con descubrimientos arqueológicos tan importantes como El Sotillo, Las Delicias o Villaverde, sino también en el curso del río Járama cuyo yacimiento más relevante es Áridos junto a Arganda. En todos estos trabajos intervinieron relevantes especialistas y Asociaciones.
Muchos de estos hallazgos enriquecen hoy las colecciones de los museos, Arqueológico Nacional, Municipal y el de San Isidro de Madrid y de otros museos nacionales y extranjeros. Pero muchos de los ricos yacimientos de nuestra Comunidad han sido, desgraciadamente, destruidos debido al crecimiento urbano de Madrid que los ha convertido en barrios residenciales o en vías de comunicación, y debido también, a la explotación masiva de los areneros en que suelen estar situados algunos de ellos.
(Documentación extraida de: Gran Enciclopedia del Mundo de la Editorial Durvan y Breve Historia de Madrid de la Editorial La Libreria. Si se vulnera alguna normativa existente en las Leyes Españolas actuales, diriganse al autor del blog vía email para retirar los contenidos que violen dicha Ley.)
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